EL Liderazgo responsable: nuevo paradigma

En un cambio de época como el que acontece, entendemos que el liderazgo en el seno de una organización supone cada vez más una influencia mutua entre el líder y su equipo y, además, está sometido a un contexto complejo y disruptivo. Esta situación afecta a empresas de todos los sectores y tamaños; pero especialmente a pequeñas y medianas empresas. En el contexto actual de cambio constante, los líderes lideran (no necesariamente dirigen), orientan, impulsan y vigilan el cambio organizacional.

Del líder aprenden sus seguidores, y este de ellos. El líder no solo influye sobre las personas (seguidores y agentes de interés), sino que estas también influyen sobre él. El líder debe ser sensible a la percepción de esta influencia mutua, beneficiosa y necesaria, para alcanzar el objetivo propuesto. En la nueva época, el NOSOTROS sustituye al YO.

Resulta esencial que las organizaciónes y sus responsables ejerzan  un liderazgo responsable, con propósito, asentado en que cada empresa tiene que desarrollar su «Own Way». El mismo debe ser conocido, vivido y transmitido por todo el talento interno. Un liderazgo firme con cualidades persuasivas; un liderazgo para el que no bastan las buenas intenciones, tolerante con los errores y que sabe manejar riesgos. Un liderazgo compartido, tanto en el interior como en el exterior, en el que cada vez se va más hacia ecosistemas de geometría variable de empresas, en un nuevo concepto de «empresa extendida».

HACIA UN NUEVO MODELO CENTRADO EN LAS PERSONAS

En VERTA, entendemos que la responsabilidad en el desarrollo de las personas y el talento de las organizaciones requiere de un nuevo estilo de liderazgo y de una arquitectura organizativa y una cultura sólidas, con una visión centrada en las personas, que ocupan el centro de la identidad, la cultura y el modelo organizacional.

Partiendo de la experiencia adquirida a través de su propia transformación, VERTA trabaja con sus clientes para construir un camino personalizado y realista que les permita alcanzar sus metas y adaptarse al cambio constante de un entorno VUCA. Para lograrlo, es necesario adoptar una postura abierta y orientada a la acción, que coloque a las personas en el centro del proceso.

Desde VERTA, promovemos la búsqueda e implementación de herramientas capaces de facilitar la integración, formación, desarrollo personal y desempeño, generando un entorno que permita que las personas alcancen sus objetivos personales, en aplicación de los valores, el compromiso y la cultura corporativa, que deben girar en torno a objetivos definidos por cada línea de negocio. Ello implica abordar de forma ordenada, eficiente y coherente desde la planificación de la contratación hasta la organización, el desarrollo y la coordinación del equipo que la integra, incluyendo y garantizando una adecuada transferencia y gestión del conocimiento.

RECONOCIENDO Y PROMOVIENDO EL TALENTO

El principal activo y ventaja competitiva de las organizaciones del siglo XXI es el talento individual y colectivo de las personas que forman parte de los ecosistemas que las conforman; especialmente, de las personas que los integran e interactúan directa y constantemente con la organización.

Es necesario un cambio radical en los departamentos de personas y en quienes los lideran; tanto en sus funciones como en su implementación. Cambia lo que las empresas desean de su personal, así como lo que este espera encontrar en ella. Hay que saber más del mismo, en sus diferentes dimensiones, no en forma de hechos aislados, sino como un camino que constantemente se recorre y se crea (Employees Journey Map). Es fundamental su satisfacción y la de la empresa.

Los empleados son los primeros “clientes” de una empresa. De ellos depende la cultura, la identidad y la imagen de la compañía, por no solo hablar de la rentabilidad, productividad y competitividad. Es importante ayudarles y exigirles adquirir las competencias, habilidades, actitudes y valores que se necesitan en la nueva sociedad y para el futuro del trabajo (employee engagement).

Y es que las prioridades de cada organización (o el escenario) vendrán determinadas en gran medida por las necesidades, capacidades y desarrollo del talento propio. Desde VERTA, consideramos que una organización solo puede abordar la transformación potenciando sus fortalezas intrínsecas.

Es por eso que en VERTA queremos guiar a nuestros clientes en la búsqueda del desarrollo del talento individual y colectivo de todas las personas que integran las organizaciones, atendiendo a sus necesidades, expectativas y oportunidades de mejora.

Avanzando desde la transparencia

Desde VERTA, promovemos la búsqueda e implementación de herramientas capaces de facilitar la integración, formación, desarrollo personal y desempeño, generando un entorno de transparencia que permita que las personas alcancen sus objetivos personales, en aplicación de los valores, el compromiso y la cultura corporativa, que deben girar en torno a objetivos definidos por cada línea de negocio.

Ello implica abordar de forma ordenada, eficiente y coherente desde la planificación de la contratación hasta la organización, el desarrollo y la coordinación del equipo que la integra, incluyendo y garantizando una adecuada transferencia y gestión del conocimiento.

En palabras de nuestra CEO, Sonia Ferrera: «debemos trabajar para que el cumplimiento, la transparencia y la buena voluntad precedan en todo momento la actuación de todas las partes, a fin de asegurar una relación honesta, respetuosa y duradera. Si no ofrecemos un marco de seguridad y confianza a nuestros equipos, perderemos talento, reputación y oportunidades.»

¿cómo lo hacemos?

Es ingenuo pretender que el camino y las prioridades de las organizaciones que deciden transformarse se ajusten a una propuesta externa (normalmente de una consultora) alejada de la realidad y del día a día operativo.

Desde VERTA, promovemos la búsqueda e implementación de herramientas capaces de facilitar la integración, formación, desarrollo personal y desempeño, generando un entorno que permita que las personas alcancen sus objetivos personales, en aplicación de los valores, el compromiso y la cultura corporativa, que deben girar en torno a objetivos definidos por cada línea de negocio.

Ello implica que debemos abordar el proceso de forma ordenada, eficiente y coherente desde la planificación de la contratación hasta la organización, el desarrollo y la coordinación del equipo que la integra, incluyendo y garantizando una adecuada transferencia y gestión del conocimiento.

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