¿De qué estamos hablando?

Para VERTA la Transformación Digital no un proyecto, que comienza y acaba.

Hablamos de un proceso necesario y urgente de transformación contínua de la organización, que se estructura en fases sucesivas, con impacto en todas sus dimensiones y que debe adecuarse a la realidad de cada cliente, especialmente en el caso de pequeñas y medianas empresas.

Entendemos que esta transformación va de propósito e identidad corporativas, de cambio de mentalidad (cultura) en las personas, de una renovada visión estratégica, coherente y alineada con el propósito y, finalmente, de tecnología.

Lo digital actúa como palanca o driver para alcanzar los objetivos estratégicos planteados. La tecnología es un medio para facilitar el viaje que implica la transformación, no un fin en sí misma, que cada corporación utilizará según su talento, posibilidades y prioridades.

Es cierto que lo digital puede afectar a todos los ámbitos de una empresa; a todo lo que hace y cómo lo hace. Ahora bien; para que las tecnologías tengan una acción eficaz, para que actúen como aceleradoras del proceso de transformación, es necesario incorporarlas en su justo término, al ritmo adecuado y al servicio de la estrategia definida.

Nuevos ciclos de transformación

Desde la realidad y desde la humildad debemos ser conscientes de que nadie se puede considerar un experto o gurú en la transformación de las empresas, en la que lo digital es un aspecto más y no el más relevante, ni de las organizaciones en general. Se trata de un campo con tantas dimensiones, con lo digital desarrollándose en constantes y profundas olas tecnológicas disruptivas, que es difícil que nadie esté al día, ni tenga una concepción holística de la situación y de su aplicación a situaciones concretas. La incorporación de las tecnologías digitales tiene diferentes etapas de implicación real en el devenir de la empresa; hay que abordarlas de forma escalable y no siempre o necesariamente deben ir acompañadas de grandes inversiones.

No es aconsejable acometer conjuntamente todos los aspectos de la transformación. Sería inviable, ya que la integración de las tecnologías digitales afecta a todos los ámbitos y actividades de la empresa. Por tanto, es recomendable establecer prioridades. También hay que considerar los distintos grados de la integración de las tecnologías en el quehacer de la compañía. Realmente es muy raro que una empresa, por pequeña que sea, no tenga ya un cierto grado de uso de tecnologías o aplicaciones digitales, aunque sea a nivel muy elemental.

VERTA propone un modelo de organización horizontal, ágil, flexible y extendida, asentada sobre un modelo dual en el que interactúan operatividad (SMART) e innovación (LAB). Ambos conceptos son complementarios, se alinean, se retroalimentan y refuerzan, compartiendo y poniendo en acción lo mejor de cada uno de ellos, siguiendo el «OwnWay». De esta manera se asegura la estructura funcional en la que, poniendo en el centro a las personas, se ejecutan, mantienen y mejoran constantemente los procesos operativos, aplicando un modelo de gestión del conocimiento (SMART). Esta estructura operativa se somete a estudio, observación, investigación, desarrollo e innovación y a la realización de pruebas piloto (LAB), que se transfieren cuando se consideran maduros, sin afectar a la operatividad diaria, para la mejora continua de nuestra organización, servicios y productos. Este ciclo de evolución se repite siempre que es necesario u oportuno. 

El modelo de verta 

En el modelo Verta Business Transformation Way, la transformación implica un necesario cambio de mentalidad de las personas ante una nueva época, y antecede a lo digital. En VERTA sabemos poner lo digital en la medida adecuada y en el momento que realmente aporte valor a lo que queremos y cómo queremos hacer. Lo digital impulsa, facilita, potencia y permite afrontar este cambio de mentalidad en clientes, personal o talento propio, otros públicos objetivos y agentes de interés.

Lo digital afecta a todas las dimensiones de la organización, como afecta a todos los aspectos de la vida de las personas en la nueva sociedad, pero debe introducirse al ritmo que cada empresa pueda asumir, siempre que el mismo no afecte a su supervivencia. En la época actual, no basta con mejorar, sino que hay que hacerlo a un ritmo mayor que lo hacen los competidores directos y más cercanos; sin olvidar que los mercados son cada vez más globales. Como dijo Jack Welch (General Electric), “cuando el ritmo de cambios dentro de la empresa es superado por el ritmo de cambios fuera, el final está cerca”.

Hay que saber, poco más o menos, dónde se quiere llegar, por un camino que se hace al andar; y del que conocemos unos hitos o referencias. Cada organización pasará por aquellos que optimicen su camino, ya que al igual que el punto de partida no es el mismo para todas ellas, tampoco lo es el de llegada.

Partimos de donde nos encontramos hoy, sin necesidad de un análisis exhaustivo ni paralizante; VERTA se incorpora en el punto del camino que cada organización necesite.

Un camino que se hace al andar

VERTA trata de ofrecer una visión y un itinerario que cada empresa pueda recorrer a su ritmo, necesariamente rápido, y en el que es prioritario saber por dónde comenzar y cómo continuar; el ir “paso a paso”, sin pausas, con la mirada en el horizonte es tarea esencial.

Se trata de establecer una visión realista y optimista, que se pueda alcanzar con propósitos sólidos, con valores, con liderazgos, con identidad propia, con una nueva mentalidad en las personas y en la organización, con nuevos conceptos de eficiencia, competitividad y productividad. Con una mentalidad eminentemente hacedora (makers) y no solo de intenciones y declaraciones (thinkers).

¿cómo lo hacemos?

Es ingenuo pretender que el camino y las prioridades de las organizaciones que deciden transformarse se ajusten a una propuesta externa (normalmente de una consultora) alejada de la realidad y del día a día operativo.

Desde VERTA, promovemos la búsqueda e implementación de herramientas capaces de facilitar la adaptación de nuestros clientes a un modelo organizacional ágil, flexible, horizontal, dual, lean, líquido, impregnado de propósito.

En el proceso de evolución, que implica una transformación continua, sabemos por experiencia que no se pueden abordar demasiadas funcionalidades al mismo tiempo; cada empresa debe priorizar y ejecutar el cambio en las unidades funcionales propias según sus características y necesidades, que la hacen única respecto a las de su mismo sector de negocio.

VERTA apuesta por un nuevo modo de desarrollar la consultoría, apoyado en compartir nuestros conocimientos, investigación, desarrollo e innovación con aquellas firmas que se nos acerquen y que deseen recorrer su propio camino con nosotros. Estamos donde y cuando nos necesiten; aprendemos y hacemos juntos.

Esto se sustenta en que VERTA, desde sus inicios, ha diseñado, implantado y documentado -como forma de ser y de hacer- un modelo de transformación que se adapta de forma sencilla y rápida a las empresas, en una nueva y verdadera “personalización masiva”.

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